jueves, 6 de noviembre de 2014

EN LA ZONA DEL SILENCIO



Hola compañeros scouts, ahora yo, PIMPÓN los invito a hacer un pequeño recorrido por la población de Mapimí Durango y poder acampar en el BOLSÓN DE MAPIMÍ.




Asentada en el semidesierto, dentro del Bolsón de Mapimí, esta pequeña ciudad ha pasado a la historia por sus fenómenos naturales impregnados de misterios y por sus constantes batallas, cuando no ha sido contra los indios o los bandoleros, ha sido contra la naturaleza.
Sus habitantes se caracterizan por ser fuertes, trabajadores, humildes y lo suficientemente sentimentales para conservar la fisonomía de su pueblo. Al caminar por sus calles, se ven los viejos edificios de cantera, el templo dedicado a Santiago Apóstol, el conjunto del Servicio Postal y otros inmuebles, testigos de los acontecimientos de la Independencia y la Revolución.

Asimismo, en sus alrededores se descubre la fantasmal Mina de Ojuela que da fe de la abundancia minera de antaño de este poblado.

El pueblo fantasma de Ojuela se ubica a la orilla de una profunda barranca. Ahí, uno puede vivir la aventura de cruzar la depresión de poco más de 300 metros a lo largo, pisando los tablones de un puente colgante hecho con líneas de acero, entre torres de madera, instalado a finales del siglo XIX para facilitar el transporte de los minerales extraídos de la Mina de Santa Rita, hoy un museo. Por su longitud y su tipo, el Puente de Ojuela resultó en su momento el segundo puente más importante en el mundo, después del de Brooklyn.


Ahora, ofrece un buen paseo de fin de semana para divertirse en familia. Se atraviesa una cañada de 100 metros, y al estar ya en la mina inicia una recreación de algunos de los asaltos realizados al tren, luego se realiza el recorrido hacia la mina; al final puedes ir al Museo de la Mula Momia.

También hay otras actividades como los paseos en bicicleta de montaña, la tirolesa, el rappel, la espeleología y el camping.

El Bolsón de Mapimí, hoy convertido en desierto, en sus inicios fue mar, el de Thethys; luego bosque tropical y recientemente se formaron una serie de lagunas que alimentaban dos ríos: el poderoso Río Nazas y el Aguanaval. Particularmente, la Reserva de la Biosfera del Bolsón de Mapimí posee una gran riqueza biológica que comprende 350 especies de plantas, 270 especies de vertebrados y especies endémicas en peligro de extinción como: tortuga del bolsón o llanera, aguililla de cola roja, halcón pálido, aura, cernícalo, carpintero, venado bura, entre otras especies.

Por su parte, la Zona del Silencio llama la atención porque en ella se manifiesta un interesante fenómeno natural provocado por la interferencia de las ondas electromagnéticas originadas por el Sol con las de la Tierra, que impide la propagación de las ondas electromagnéticas como las del radio y la televisión, provocando zonas completamente silenciosas.

Es un área muy particular, rodeada de mitos, donde incluso se dice que aparecen ovnis, fantasmas y meteoritos. Al visitarla podrás descubrir en bicicleta o a caballo restos fósiles de origen marino, aguas termales y un manantial subterráneo.

Una vez que lleguemos a la zona del silencio, montaremos el campamento, y para cooperar con el silencio, por la noche encenderemos la fogata, pero no cantaremos.



Recuerden que yo soy PIMPÓN el que siempre se coloca LA MOCHILA EN LA ESPALDA para salir de excursión y llevarlos de visita, excursión o campamento, para conocer los rincones más hermosos de nuestro país.




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